Cocinar sin animo

Hay días en que por mucho que uno haga si no está de ánimo las cosas no salen perfectas, y eso me ha pasado recientemente...ya saben que no puedo dejar de cocinar, limpiar, ordenar, etc etc, pero con la tremenda guata que arrastro las cosas toman mucho más tiempo y me canso mucho más, así que a veces no lo hago con toda la felicidad que debiera...y se nota.

Cuando llevo 3 horas sin sentarme, con un alto de platos, boles y fuentes para fregar y el horno a tope me pregunto para qué me meto en estos problemas, porque claramente nadie me lo pide, pero es que realmente y para ser honesta NO PUEDO si quiera pensar en que habrá una semana sin alguna cosita dulce preparada por mi misma, y como el cargo de conciencia me supera, entonces lo hago. Y ya que estamos puestos con el horno, agregamos un par de cosas saladas que nos salven algún almuerzo.

Hojaldre de verduras y queso de cabra, bien bueno.

Biscuits (que los AMO, con mantequilla calientitos..mmmm), muffins con mermelada de berries y mi granola favorito totalmente hecho en casa (me resisto a comprar los mueslis preparados).
Muchas cosas, pero no todas del todo magníficas, quiero decir, que de todas esas recetas sólamente he mantenido la de granola, porque semanalmente me como la bandeja entera y está realmente buena, con miel, nueces, pasas y avena, nada de azucares añadidos ni ingredientes incógnitos. El resto estaba bueno, pero como recetas hay más que granos de arena en el mundo, las que no cumplen con el estándar de calidad máxima se van a la basura...y así pasó con todo el resto.
Recordar que estamos de 8 meses que a nadie se le olvide!!!!!!!