Unai ya no es un bebé. Ahora es un niño, habla, se explica, nos dice lo que quiere y lo que no quiere hacer o comer. Eso sí todavía con el sueño no es constante, le cuesta, o tal vez es como su mamá que tiene el sueño muy ligero y le da insomnio por nada....puede ser.
El domingo recién pasado se durmió su siesta, como siempre en su cunita pero algo lo despertó y Urko me lo trajo al sofá donde Telmo y yo intentabamos dormir sin resultado, fue cosa de acomodarse encima y quedarse seco, con la Tv encendida, las cortinas abiertas y Zzzzzz. Qué a gusto se quedó y yo, como me ha pasado desde que Unai nació, una vez que lo tengo conmigo no hago más que mirarlo y disfrutarlo, mi siesta, qué más da, lo importante es aprovechar a mi chiquitín.
Y porque siempre ponemos fotos de Unai contento, también es justo que lo veamos enojado. En este preciso momento tenía rabia porque no podía sacar el peluche que le dió la Tía Merche de la bolsa y quería verlo, jajajaj, riiiiiiiico!!!!!
Me encanta esta época, tanto del año como de Unai, el verano ya está aqui así que estamos en manga corta casi siempre, Unai parece niño pobre porque va con la guata al aire (las poleras le quedan siempre algo cortas), los shorts se le caen, y chorreado hasta los codos con jugo de duraznos o damascos (nectarinas y albaricoques) que coje cada vez que pasa por la cocina y se los come perfectamente sin pelar y nos da los cuezcos (lavadoras pongo millones!!!!)
Hay si en esto de comer no tenemos problema alguno!!!!
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