Enfermedades para todos

Todo comenzó el viernes ante pasado (de más está decir que estas enfermedades que voy a contar son extremas porque vivimos en el limbo todo el invierno,medio-sanos medio- resfriados) amanecí mal, decaida, rara, a las 2 de la tarde saliendo de la oficina ojos rojos, dolor, en 20 min mi ojo derecho no se abría, una conjuntivitis de miedo. Preparamos todo y salimos en pack familiar destino urgencias. Imaginaros el percal: todos en buzo, Urko tirando del coche de Unai, Snow purulando a nuestro alrededor y yo sujeta del brazo de Urko porque estaba ciega, con un ojo cerrado y con el otro a medias. Que panorama! (te quiero cari!).
Diagnóstico: conjuntivitis y resfrío, remedios: gotas para los ojos y jarabe para la tos (vaya fin de semana que se avecinaba). Tratamiento en casa intensivo y mi ojo volvió a la normalidad casi casi inmediatamente (maravilloso corticoide, casi adictivo).
Con la confianza que da el estar con sobredosis de medicamentos y porque mi chiquitin no tiene la culpa de que mamá esté malisima nos fuimos a los columpios.

Aprovecho de comentar que Unai es todo lo que su mamá no es, valiente valiente y sin vértigo! el columpio le gusta a tope de vuelo, nada de poca cosa, sino empujar con ganas, y yo todavía no puedo columpiarme sin marearme. Qué atroz.

Seguimos el día, yo a punta de gotas y jarabe (sobredosis no es broma) y nos aventuramos a hacer la compra al super, dos carros, uno lleno hasta arriba y otro vacío para poner al chiquitín y al pescado. Así tal cual, jaja. Debido a mi extraña y cada vez más irrefrenable manía de tener todo extrictamente ordenado (casi rozando los límites de la sanidad mental) TENIAMOS que hacer la compra mensual ESE día y no otro, que vendría a ser el último fin de semana del mes.

Quién iba a imaginar que después de estar tan entretenido jugando con los Aitas en el Supermercado ibamos a pasar una noche mala mala mala.
(así va la semana pasada y este post es para explicarles porqué no he podido actualizar el blog)

Al llegar a casa ya había mal modo, lloros, y cosa mala los cachetitos de mi chiqui (papos) estaban rojos..mmm mala señal. Lo cacho altiro, cachetes rojos=fiebre. Por supuesto termómetro malo, claro, así que a ojo de creer que tenía más o menos 39c porque ardía empezamos con el remedio, y nada, y compresas de agua fría, nada, desvestido, nada, ni dormir, ni nada. pooooobre, Aitás desesperados.
A las 6 am tomó su biberón, porque por supuesto el apetito intácto (así tan mal no estaba) y tenía un ojito rojo rojo asustados nos fuimos a urgencias.
No había casi nadie a excepción de la sección de pediatría, lleno. (No sé si estamos bien al consolarnos viendo a todos esos otros niños que estaban igual o peor que mi enano. Pero ayuda.)
Revisión total del chiquitín, análisis de orina, remedios, etc etc, dos horas después, nos vamos a casa, Unai sin fiebre, felíz, nosotros tranquilos y fiebre nunca más. Así terminó la historia 12 horas de fiebre a tope sin más ni más.
Será esto de ser padres primerizos? será que no queremos por nada del mundo que Unai sufra o se enferme en lo más mínimo? será que queremos que sea inmune, justamente cuando se pilla todo lo que hay? será que somos atroz de perseguidos? me da igual, sea lo que sea, estoy contenta que Unai no tiene nada, que así de rápido como se enferma se sana y que vamos y venimos de urgencias sin haber siquiera sacado la cartera.

Después de ese movido fin de semana la semana se nos hizo cuesta arriba y más todavía cuando estamos con una carga de trabajo exagerada.

Este fin de semana seguimos parecido, Urko liquido en la rodilla, apenas puede moverse, yo tendinitis en la mano izquierda, Unai diarrea...oye si parece que los fines de semana nos vamos de paseo a urgencias!!! (esta vez hemos aguantado y nos estamos resistiendo, el resto de los males nos pasan porque ya estamos mayores...será eso).

No pasa nada, ánimo, esta semana como es dia-trabajo, dia-libre, dia-trabajo, dia-libre tenemos tiempo para recuperarnos, más fotos y más blog.